Convoca a tu grupo de amigxs en la Plaza de España. No les
digas para qué. Diles que es para una cosa.
Como sabes, tu grupo de amigxs está latentemente
jerarquizado por una escala de valor sociosexual, que determina quién puede ser
pareja de quién y, por extensión, quién tiene poder sobre quién.
Como si fuera un carnaval herético, vamos a saltarnos la
estricta norma social del vss.
¿Recuerdas la última vez que paseaste cogidx de la mano o
del brazo con una pareja?
Hazlo con detalle. Evoca la posición, la actitud, los
gestos. Cuando lleguen todxs tus amigxs, diles que evoquen también este
recuerdo tan pormenorizadamente como puedan.
Bien, ya estáis listx para el ejercicio.
Distribuíos por grupos de dos. El ejercicio consistirá en
recorrer la Gran Vía reproduciendo el recuerdo evocado de pasear en pareja.
Simplemente eso.
No vayáis todas las parejas juntas. Cuando una salga que la
siguiente espere hasta que prácticamente la haya perdido de vista.
Cogeos de la mano, o del brazo, o de la cintura, y subid
tranquilamente hasta Callao. Intentad no dejaros llevar por la resistencia.
Intentad reproducir fielmente la situación. Sed pareja durante ese trayecto.
Sentid vuestra condición de pareja. Sentid, también, la mirada ajena.
¿Ya habéis llegado? Perfecto. Esperad al resto de las
parejas. Cuando todxs estéis arriba, cambiad la distribución. Recombinaos. Con
vuestra nueva pareja repetid la actividad, esta vez calle abajo, de vuelta a
Plaza de España. Intentad no caer en la rutina. Intentad no sólo observar lo
que pasa y lo que sentís, sino cómo evolucionan ambas cosas con respecto al
paseo anterior.
Una vez que todo el mundo haya llegado abajo hay que repetir
la redistribución. Como podrás imaginar, hay que realizar el ejercicio tantas
veces como personas estéis haciendo esto, menos una.
Intentad ser conscientes de lo que sucede en cada paseo,
pero también de lo que sucede a medida que se van acumulando los paseos. Cada
paseo es una historia. El conjunto de paseos también es una historia.
Cuando terminéis no os precipitéis en iros a un local con
mucho ruido. Concedeos antes un rato en un sitio donde podáis hablar en grupo, escuchar
lo que dice cada persona, y miraros a los ojos después de haber sido todxs
pareja de todxs.
Después sí, después ya podéis descontrolar. Ya veréis como
pasan cosas.
Si no estás en Madrid no podrás hacer este ejercicio, claro,
porque no tendrás cerca la Plaza de España.
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