Ni soy lingüista, ni gramático, ni pronominólogo, de modo
que igual la pedrada es de gravedad. A mí, desde mi borrosa intuición, me
parece que preguntarle al lenguaje por la igualdad es aún tan nuevo que debe de
seguir reservándonos tesoros deslumbrantes. Diría que éste es uno. Seguramente,
por lo demás, no habré sido, ni mucho menos, el primero en encontrarlo.
En fin, el chirrido que me lleva a pararme sobre el análisis
sintáctico lo escuché de mi propio discurso en la redacción del ultimo post. “Nosotros,
las personas interesadas en la no monogamia…” o algo así venía a contener algún
lugar del borrador.
¿’Nosotros, las personas’? ¿Qué falta de concordancia de
género es ésa? Si “las personas” es el sujeto, y es femenino… “Nosotras, las
personas” es lo correcto, ¿no?
No sé si es lo correcto o no. Lo que sé es que jamás en mi
vida he dicho “nosotras, las personas”. Eso se siente. Y siento que sea cual
sea el sujeto de la primera persona del plural al que sustituya el pronombre
“nosotros” yo siempre he dicho “nosotros”, salvo, claro está, cuando digo
“nosotras y nosotros” o cuando me salto voluntariamente la regla gramatical y
me entrego a la vida loca de decir “nosotras”.
¡Ah, espera! Ese “las personas” que añado entre comas no es
el núcleo del sujeto. Ya no me acuerdo cómo se llamaba, pero es otra cosa. El
sujeto al que sustituye el pronombre sigue oculto por el pronombre. Si añado
“las personas” es precisamente porque “las personas” no es lo que representa
“nosotros”. Sin el uso del pronombre, la frase sería, por ejemplo, “Sofía e
Israel, las personas interesadas en la no monogamia”. Hace falta que “las
personas…” aporte algo. Un momento… ¿Y si digo “Nosotros, María e Israel…”?
¿Qué estoy aportando sobre el sujeto “nosotros”? Si la redundancia es correcta,
entonces “nosotros” puede sustituir a “las personas”. Y, si sustituye a las
personas, es “nosotras”.
Pero, a ver, aquí tiene que haber un error. Si cada vez que
el sujeto plural es femenino, el pronombre debe ser femenino, entonces esto del
“Nosotras, las personas”… ¡sería frecuentísimo! ¿¡Cuántas veces un pronombre
plural está sustituyendo a un sujeto femenino plural!? Si tenemos en cuanta
sólo el sustantivo “persona”… ¡La mayoría! ¿Qué otro sustantivo utilizamos
precisamente para hablar de los individuos? “Individuos” no. Y “hombres”
tampoco, o al menos ya no. ¿”Seres humanos”? ¡Qué va! Cuando hablamos de un
grupo de… personas, y nos referimos a él con un pronombre, el pronombre está
sustituyendo a un sustantivo femenino que es estas u otras “personas”. Lo
correcto es el femenino: “Nosotras”, “vosotras” y aquellas personas, es decir, “ellas”.
Me huelo que aquí me van a decir que, en rigor, al hablar de
personas se habla de grupo de sujetos individuales con nombre propio, y que
independientemente de que “personas” sea la sustitución natural, el pronombre
hace referencia a una lista de nombres propios, de modo que el plural,
siguiendo a la RAE y su reglas inclusivas según criterios del s XVII, lo que
toca es el masculino.
Pues no se sostiene. No sólo porque lo de que el lenguaje hace
referencia ideal a un grupo de sujetos etc, etc… no parece atenerse mucho a una
visión práctica del habla: Las oraciones no tienen sujetos de más de tres o
cuatro elementos desde la lista de naves de la Ilíada. No es que no hablemos
así, es que no pensamos así. Y si nos dicen que así es como tenemos que pensar,
me temo que la única razón va a ser justificar el masculino general a
posteriori. Pero es que, además, hay frases en que la sustitución tiene una
relación directa con un sujeto expresado previamente en femenino plural. Si
digo “Las personas que acabamos de llegar tenemos hambre. Nosotras no hemos
comido aún”, ¿se me puede decir que el “nosotras” es incorrecto porque no hace
referencia a “las personas que acabamos de llegar” sino a una hipotética lista
de nombres a la que yo me estaría refiriendo? Pero, ¡si a lo mejor ni me los
sé! Y, mucho más importante, ¡A lo mejor no conozco su género, ni su sexo, ni
su nada! ¿El pronombre se desvincula de su relación gramatical con el sujeto al
que se refiere y da el salto a la realidad, haciendo un chequeo de género
individualizado? ¿Eso lo hace el pronombre o lo hace el inmovilismo de según
qué señores gramáticos escandalizados?
La verdad es que no encuentro excusa para no generalizar el
“nosotras”, el “vosotras” y el “ellas”. Ya no hace falta explicar que es
lenguaje inclusivo, ni hace falta explicar que lo usa un individuo masculino
por concienciación, por compensación sociohistórica, ni por nada. Es que lo
correcto es el femenino.
“¿Y por qué no se usa NUNCA? ¿¡Eh!? ¿Sólo por machismo? ¡Qué
raro!”
¡¡¡Ay, amigo!!! (eres amigo, ¿no?) ¿Y si te digo que sí se
usa?
¿Os acordáis de Félix Rodríguez de la Fuente? Yo tampoco.
Pero él era muy proclive a referirse a las camadas de los animales que
documentaba con el sujeto plural “las crías”. Como era muy redicho y muy formal
en su estilo, para no repetirse y conservar la propiedad, en la siguiente frase
decía siempre “ellas”. “Las crías de nutria probarán hoy por primera vez la
carne. Ellas…” (Ese “ellas” enfático, que parecía que se iban a volver las
bestezuelas, ellas, a mirar a la cámara).
¿Era sexador de nutrias Félix Rodríguez de la Fuente? No que
se sepa.
“¡Son animales!” Ya salió… (la propensión, sí, a mezclar animales
y mujeres)
¿Sabéis cuándo se utiliza con toda naturalidad el pronombre
femenino plural sustituyendo a un sujeto plural HUMANO? Cuando se habla de
“víctimas”. No voy a entrar en el cargadísimo sesgo de género que tiene esto.
Pero pensadlo: “Las víctimas. Ellas.”
“Bueno, también se dice a veces “Las personas, ellas”. Tiene
que ver con la lejanía, con el uso de la tercera persona. No se dice “Las
personas, nosotras””. Venga, vamos a por el último baluarte de resistencia
machista (y en este caso homófoba), aunque ya está claro que es rebatir al
rebatido.
Es cierto que no se dice “Nosotras, las personas que estamos
aquí”, sino “Nosotros”. Pero, ¿a que “Nosotras las víctimas” no sonaba mal? Es
el sesgo de género. “Víctima” se puede feminizar. Cuando nos llamamos víctimas
aceptamos ser tratados “como mujeres”, porque se produce una facilitación del
significado. El femenino ilustra mejor la condición de víctima. Vaya si lo hace...
Mira, al final sí he entrado.
reverte arrojándose por un barranco al comprender que debe decir "nosotras". |
Es decir, que si no decimos “Nosotros las personas” es,
simple y llanamente, porque nos duele el alma el femenino plural, y porque
estamos todas de acuerdo en cometer solecismos con tal de respetar nuestra
campante misoginia y homofobia, especialmente en lo que se refiere a que
nosotras presentemos un género dudoso. O que lo presente la de delante, la
segunda persona, que al fin y al cabo todavía me puede partir la cara. La que
no está delante, ésa sí puede ser feminizada, que se joda, que la gramática es
la gramática.
Pues me temo que no hay excusa. Cuanto más invoques a la RAE
más te nosotrasizas, te vosotrasizas y te ellasizas. Ahora pídeme la arroba. Vamos,
pídemela.
Pues no te la doy.
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