lunes, 5 de octubre de 2015

¿es la agamia una "no monogamia"?


Voy a contar algo muy sencillo y casi obvio, así que seré breve (risas).

Dado que la mayoría de las alternativas relacionales a la monogamia heteronormativa son variaciones sobre la apertura de la pareja, o algún aspecto de ella, a otras personas, se ha dado en llamar a estas alternativas el genérico nombre de “modelos no monógamos”.

Bajo este paraguas se engloban las diversas variantes y sus grados, desde el swinging hasta la anarquía relacional, pasando por las diversas modalidades de poliamor. Por extensión, y por rigor terminológico, se incluyen a veces todos aquellos modelos de relación normativos que no se fundamentan en la unión de dos únicas personas, es decir, en el matrimonio único, lo cual, dicho sea de paso, deja a la monogamia en la inesperada tesitura de que sus hegemonías histórica y demográfica se disipan peligrosamente.
Este paraguas no se aplica a la agamia.

La agamia no es una “no monogamia” porque no es un debilitamiento del gamos, ni una variación en el número de gamos, ni una reflexión sobre cómo gestionar esos gamos múltiples. La agamia no afecta al lexema débil del término, el “mono”, sino al fuerte y sustancial: al “gamos”. Por eso podemos decir que todos los modelos alternativos a la monogamia son modelos ”gámicos”, mientras que la agamia es un modelo “no gamico”. Ése, y no otro, es su significado.

La agamia no es una “no monogamia”, del mismo modo que el ateísmo no es un “no monoteísmo” ni un teísmo de cualquier tipo, múltiple o difuso, sino un “no teísmo”. Porque el ateísmo, al serlo, deja de constituir la reflexión sobre la conducta coherente con cualquier creencia teológica, y se convierte en la reflexión sobre la vida sin dios. Mientras que  los modelos no monógamos se encargan de gestionar los diversos gamos, la agamia gestiona una vida sin gamos, de naturaleza completamente distinta.
Y ante la pregunta: “¿Entonces en qué quedan las relaciones entre las personas?” (heredera de aquel “¿si no crees en nada, entonces en qué crees?” con la que se intenta comprometer a lxs atexs) lxs ágamxs podemos responder: “Las relaciones quedan en las relaciones mismas, y en su gestión libre y consciente por parte de las personas, por primera vez ajena a la inmanejable e irracional referencia pseudomatrimonial del gamos.”


No es complicado. Sólo es inmenso.

ir a AGAMIA. TEXTO FUNDACIONAL

7 comentarios:

Australis sp. dijo...

De hecho, y sin aportar casi a la líne principal, hace poco caí en la epifanía de que el anarquismo relacional no implica necesariamente no monogamia. O más precisamente, se puede ser anarquista relacional y monógamo.

israel sánchez dijo...

a mí me parece, sin embargo, que ésa es una notable aportación :)

Anna Baum dijo...

La anarquía relacional no es ni gámica ni agámica.

israel sánchez dijo...

la anarquía relacional conserva la ideología del amor, y por lo tanto todo el poder cultural que conduce a la formación del gamos. evitar formar gamos a pesar de los mandatos amorosos es una tarea titánica.

Anónimo dijo...

El ateísmo es la doctrina que niega la existencia de Dios o de cualquier divinidad. Entiendo entonces que la agamia niega la existencia del Amor o cualquier relación basada en el mismo, entonces ¿en qué basáis vosotras vuestras relaciones con otras personas?

Anónimo dijo...

Eso es lo q quisiera yo saber...

israel sánchez dijo...

la agamia no niega la existencia del amor sino la conveniencia el amor como fundamento de las relaciones.
el afecto es un factor clave en nuestras relaciones, y puede manifestarse como un afecto tan grande o mayor que los que se producen en las relaciones amorosas. pero no se trata de un afecto exaltado, irracional y éticamente autónomo.
si fuera así, sería amor.