Cada vez que, en estos textos, manifiesto mi rechazo a la monogamia, cometo el error de abonarle el terreno a lo ordinariamente aceptado como opuesto.
Sin embargo, yo no defiendo la poligamia. En su versión clásica, de la que tenemos noticia a través de la antropología, no es más que otra forma de matrimonio con la misma subordinación de las relaciones interpersonales a la estructura económica, con la misma imposición irracional de reglas y con la misma (si no mayor, claro) dominación de género.
Es común a las diversas versiones modernas concebidas por el poliamor la propuesta de una adaptación de la poligamia clásica a la filosofía del amor romántico: simple literalidad etimológica, pasando del singular a formas más o menos plurales y evitando la orientación de género. El poliamor (y, a la espera de un texto expresamente dedicado a él, baste aquí esta injusta simplificación) acaba constituyendo un voluntarioso cajón de sastre cuyo factor común es un sistema emocional emanado de la mencionada filosofía del amor romántico, que emana, a su vez, de la moral del matrimonio.
Lo que propongo es eliminar la distinción entre relaciones y no relaciones. Esa polisemia del término “relación” no es gratuita (como no es casual que el rojo, primer y más importante color desde el punto de vista adaptativo, se llame también “colorado”, es decir, “el color de los colores”). Todas las relaciones son relaciones y, a la vez, sólo lo son algunas muy determinadas. O una. O ninguna. Y todos sabemos qué elemento se utiliza para distinguir a éstas últimas. Contestemos sólo (y si nos da la gana) a la pregunta cuando sea explícita: “¿Con cuanta gente follas?”
De niños hacíamos listas de amigos y no amigos con el objetivo de clasificar los privilegios otorgados, como la invitación a nuestro cumpleaños. No hagamos hoy listas de relaciones sólo para ver con quién nos toca acostarnos.
Del lado de las relaciones la pregunta "con cuánta gente follas" puede funcionar de disolvente, pero del lado del amor, la pregunta no es esa, sino: ¿A quién no amas? Y nunca será un disolvente sino que funciona asemejando la norma.
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